lunes, 15 de junio de 2015

Libros.

Sus momentos más personales se encontraban allí. Pensamientos que no sabía expresar en palabras, allí se expresaban a la perfección. Las letras contaban historias, que eran sus historias también; las había presenciado todas como un personaje más, a veces como la protagonista misma. Cuando en ocasiones quería llorar, las hojas contenían sus lágrimas.


Crecieron con ella. 
Los libros se habían convertido en parte de su historia de vida.


Jamás olvidaría esa biblioteca.


Enamoramiento.

Es uno de los misterios más grandes. 
Qué extraño es enamorarse. Cómo todo tu mundo comienza a girar en otro ritmo. Cómo sentís que harías lo que fuera por esa persona. Cómo creas tantos proyectos a futuro sin ninguna preocupación. Cómo querés aprender a tocar una canción para dedicársela.
Cómo todo se vuelve tan feliz.


Y luego caer en que fue un instante pasajero. 
Los pedacitos de nubes que nos sostenían se están disolviendo.
Está acercándose la realidad. Está llegando. No se llevará nuestro querer, pero sí nuestro sentir.