martes, 15 de diciembre de 2015

Margaritas

Tu presencia es como una tina de margaritas.



Puedo disfrutar de su belleza o ahogarme en ella.


Apareces, y comienzas a llenar el agua con esas flores.

Me metes en la tina y me endulzas con ellas, pero tanta dulzura hace que me pierda, y no te das cuenta.
                                                              
Sigues llenándome en ese mundo de palidez y pureza en pétalos, con sus centros amarillos como mis faros en la oscuridad.

Creo que estoy sintiendo lo más cercano a la felicidad. Pero de alguna manera las flores comienzan a romperse de tanto haber permanecido en el agua, y se llevan lejos mi seguridad.

Vacía. Queriendo de nuevo las margaritas que me entregaste, pero tú ya te has marchado.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Cementerio interior


Pequeño cementerio. ¿Quién te ha dejado ser? 
La ceniza y el olvido han cubierto este jardín. Lo han convertido en el hogar de lo muerto.
Los colores y el agua de los días de verano han quedado enterrados en aquellas lápidas.
Anhelos y esperanzas han sido desterrados de aquí. ¡Vaya a saber a dónde fueron!
Sombras corren de aquí para allá, asegurándose que nadie estorbe en su tormentosa oscuridad. 
Querido piano, ¡cómo solías alegrarlo todo! Tu música ha pasado a ser la sinfonía de un alma perdida.


Una melodía. Muy leve, y aún así envuelve toda la escena. 
Una melodía rota, que un día lo fue todo.