miércoles, 29 de marzo de 2017

Agua fría

La lluvia comenzó a caer en el momento perfecto. 
En el instante justo en que su alma se alborotaba y quería salir de su cuerpo.
"Ojalá ser lluvia", pensaba. Su interior era una completa tormenta.
Los recuerdos la consumían, hasta que en un instante, mientras un trueno resonaba a lo lejos, sus ojos se inundaron de lluvia. Ella se encontraba fuera, sin importar el frío viento ni el helada agua que la cubría, y se volvió una con la tempestad. 
Lloró junto al cielo, preguntándose cómo era posible querer dejar este mundo, siendo que la propia naturaleza de éste la comprendía mejor que nada en ese momento. 
Deseó ser nube, para volar lejos de todo ese entorno que, tarde o temprano, la evaporaría.