lunes, 20 de junio de 2016

Ojos abiertos

Hoy conocí a alguien extraordinario.
Todo comenzó en una laguna en las afueras de mi ciudad.
Un hombre muy extraño con patas de pato y escamas en los brazos se encontraba pescando.
Me acerque tímidamente a él y me dijo:
-Hola. ¿Te gustaría pescar?
-Claro. –le contesté.
Me enseño cómo se debía pescar, pero me explicó que siempre devolvía los peces al río, jamás los mataba.
-¿Por qué haces esto entonces?-le pregunté. ¿Qué sentido tiene pescar si no conservarás al pez?
-Querida-me contestó- yo pesco porque me divierte hacerlo. Pero no me divierte tomar la vida de alguien más, como la de este hermoso pececillo. Esa es la sencilla razón.
Debes aprender a apreciar el mundo que te rodea, y la variedad que hay en él. 

El majestuoso cielo, que jamás es igual al del día anterior, con sus extraordinarios colores.
El gran océano y su enorme profundidad secreta.
La Luna y las estrellas con su resplandor.
El Sol con su gran calor abrazador.



Debes aprender a ser curiosa pequeña. 
Sólo mírame, tengo patas de pato y escamas y no te atreviste a preguntarme por qué las tengo.


Abre tu mente, y maravíllate de el mundo que Dios te ha regalado.