sábado, 1 de octubre de 2016

Incómoda necesidad

Durante el día, los rayos del sol me iluminan, y es como si no necesitara nada más.
Pero cae la noche y mi piel me pide esa luz que sólo emanaba de la tuya.
Tu ausencia toma el aire de mi habitación, ni abriendo la ventana logro respirar bien.


No sé a quien pedir ayuda, y solo puedo pensar en lo hermoso que era sentirme en mi hogar.
Te diría que me abrazaras esta noche, pero te encuentras demasiado lejos, y no llegarías a tiempo.


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