La música a alto volumen, las estrellas brillando fuerte y la ruta. No necesitaba nada más.
En esos momentos era plena, era ella en su máxima expresión, se conectaba con su parte más humana, más privada. Veía pasar su vida en lo que dura una canción y así se reconciliaba con ella misma.
En esos momentos se veía desde afuera, como si su mundo fuera una película, y así ciertas cosas no resultaban tan duras como cuando el Sol salía.
¡Y qué agonía cuando el Sol salía!
En esos momentos era plena, era ella en su máxima expresión, se conectaba con su parte más humana, más privada. Veía pasar su vida en lo que dura una canción y así se reconciliaba con ella misma.
En esos momentos se veía desde afuera, como si su mundo fuera una película, y así ciertas cosas no resultaban tan duras como cuando el Sol salía.
¡Y qué agonía cuando el Sol salía!
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