Puedo disfrutar de su belleza o ahogarme en ella.
Apareces, y comienzas a llenar el agua con esas flores.
Me metes en la tina y me endulzas con ellas, pero tanta dulzura hace que me pierda, y no te das cuenta.
Sigues llenándome en ese mundo de palidez y pureza en pétalos, con sus centros amarillos como mis faros en la oscuridad.
Vacía. Queriendo de nuevo las margaritas que me entregaste, pero tú ya te has marchado.
Es una lastima que no escribas tan seguido, siempre disfrute tú escritura.
ResponderEliminarAtentamente NN